Orgasmo: Shere Hite, la mujer que "escandalizó al mundo" hace 40 años al preguntarle a miles de mujeres sobre su sexualidad
Shere Hite fue una figura controversial en Estados Unidos en los años 70 y 80.
Imagina a
una mujer atractiva, rubia, con los ojos azules y los labios pintados de rojo
frente a una máquina de escribir.
La imagen
era de un anuncio publicitario con un eslogan que declaraba: "La máquina
de escribir que es tan inteligente que ella no tiene que serlo".
Cuando la
joven modelo aceptó participar en la publicidad, no sabía que ese iba a ser el
mensaje.
De hecho,
pensaba que había sido seleccionada porque "tipeaba muy bien",
recordó Joan Smith, escritora británica y activista por los derechos humanos.
Cuando lo
descubrió se indignó y no fue la única.
Miembros de
la Organización Nacional de Mujeres de Estados Unidos se concentraron afuera de
las oficinas de la empresa anunciante en Nueva York.Ella se les unió y protestó
contra la publicidad que había protagonizado para costear sus estudios de
posgrado sobre Historia Social en la Universidad de Columbia.
Era la
década de los 70 y la modelo se llamaba Shere Hite, quien años después se
convertiría en una heroína del feminismo y cuyo libro cambiaría las nociones
predominantes sobre la sexualidad femenina.
En BBC
Mundo, recordamos su historia tras su muerte el 9 de septiembre a los 77 años.
3.500
mujeres
Tras el
incidente del anuncio, Hite empezó a participar en las reuniones de la
Organización Nacional de Mujeres.
Su primer
libro, El Reporte Hite, se publicó en 1976.
En una de
ellas surgió el tema del orgasmo y una de las preguntas que generó silencio
entre las asistentes fue: ¿todas las mujeres lo experimentan?
Así lo
recordó Smith en el artículo "Shere Hite: On female sexuality in the 21st
century" ("Shere Hite: Sobre la sexualidad femenina en el siglo
21"), publicado en 2006 en el diario The Independent.
Alguien le
sugirió a Hite que investigara el tema y ella asumió el reto.
Para eso,
diseñó cuestionarios sobre la vida sexual que fueron respondidos, de forma
anónima, por unas 3.500 mujeres en Estados Unidos.
No se trató
de preguntas con múltiples opciones, sino que les dio espacio para escribir
sobre sus experiencias sexuales.
¿Cuál es la
función del orgasmo femenino?
Así nació
el libro: "The Hite Report: Nationwide Study of Female Sexuality"
("El Informe de Hite: Un estudio nacional sobre la sexualidad
femenina"), que fue publicado en 1976 y que "rompió tabúes y
escandalizó al mundo", como señaló Smith.
Se
convirtió en un bestseller. Se calcula que unas 50 millones de copias se han
vendido en diferentes idiomas.
"Hace
30 años, un libro de una escritora estadounidense desconocida tomó al mundo por
asalto. Su autora, una joven estudiante de posgrado, había desmentido uno de
los grandes mitos sobre la sexualidad femenina: que la mayoría de las mujeres
deberían poder tener orgasmos a través del coito", escribió Smith.
"Credibilidad"
Jack
Halberstam, profesora de Estudios de Género del Instituto para la Investigación
sobre Mujeres, Género y Sexualidad de la Universidad de Columbia, recuerda que
"El Informe Hite" surgió en un momento en que el movimiento por los
derechos de las mujeres en Estados Unidos era muy dinámico y estaba promoviendo
cambios en la sociedad.
Muchas
mujeres se organizaban, por ejemplo, para hablar sobre el aborto; varias se
enfocaron en las comunidades lesbianas; otras se dedicaron a analizar las
relaciones de patriarcado.
"El
Reporte Hite fue muy importante porque le dio una especie de credibilidad
científica a las afirmaciones que las mujeres, en particular mujeres blancas
heterosexuales, estaban haciendo sobre una profunda insatisfacción con sus
vidas domésticas y con el matrimonio heterosexual", le dijo Halberstam a
BBC Mundo.
De acuerdo
con la experta, los resultados de la encuesta que hizo Hite dieron lugar a
muchas discusiones sobre la relación asimétrica de mujeres y hombres con
respecto al placer en una dinámica heteronormativa, y "creo que una de las
grandes revelaciones del informe fue que pocas mujeres reportaron tener
orgasmos" al practicar el sexo convencional con penetración.
Y es que
más del 70% de las mujeres que participaron en el estudio dijeron que no podían
alcanzar el orgasmo a través del sexo con penetración y que necesitaban
estimulación en el clítoris para alcanzar el clímax.
Hite
escribió: "Los investigadores deberían dejar de decirles a las mujeres lo
que deberían sentir sexualmente y empezar a preguntarles qué sienten
sexualmente".
"Una
bomba"
No es que
antes no se hubiera hablado del orgasmo o de la sexualidad femeninos, aclara la
profesora Halberstam.
Miles de
mujeres en Estados Unidos se organizaron para discutir temas que les afectaban
no sólo desde la perspectiva política y social, sino sexual.
Cada
período tuvo una narrativa diferente sobre el placer femenino. Por ejemplo, en
el siglo XVI, se consideraba clave para la reproducción.
"Se
creía que una mujer tenía que tener un orgasmo para concebir un bebé. Pero más
tarde, cuando la gente se dio cuenta de que el orgasmo femenino no era
necesario para la concepción, surgió un nuevo conjunto de suposiciones sobre el
placer femenino que se fusionaron con el estilo victoriano".
Marie
Bonaparte, la princesa que fue una pionera en la investigación sexual en el
siglo XX y cuya obsesión era el orgasmo
Lo que distingue el reporte de Hite es el contexto en que se produce.
"En la
escena psicológica estadounidense, la incapacidad de la mujer para alcanzar el
clímax en un encuentro heterosexual se entendía como un fracaso de ella, se le
atribuía a su frigidez o a que quizás había algo mal con ella físicamente".
"Pero
este informe mostró que un gran número de mujeres no lograba alcanzar el
orgasmo fácilmente en las relaciones heterosexuales con penetración. Esa fue
una bomba enorme lanzada sobre la sociedad estadounidense".
"Yo
diría que fue un desafío al ego masculino", reflexiona la docente.
Las
diversas razones por las que las mujeres fingen orgasmos
"Muchos
hombres pensaban que con el simple hecho de estar ahí llevaban a las mujeres a
paroxismos de alegría y placer, pero quedó muy claro que las mujeres reportaban
altos grados de insatisfacción en sus vidas matrimoniales y eso fue
tremendo".
Hite lo
escribió: "Demasiados hombres todavía parecen creer, de una manera
bastante ingenua y egocéntrica, que lo que les hace sentir bien a ellos es
automáticamente lo que les hace sentir bien a las mujeres".
"La
verdadera revolución sexual"
Julie
Bindel es una periodista, escritora e investigadora británica que, desde 1979,
ha participado en campañas para combatir la violencia contra las mujeres y las
niñas.
La lucha
por la igualdad de género en Estados Unidos atrajo a mujeres de distintos grupos
sociales.
Para la autora, Hite fue quien, de muchas maneras, "comenzó la verdadera revolución sexual para las mujeres".
"Si
bien la revolución sexual de los años 60 trajo la pastilla anticonceptiva, lo
cual obviamente significó que las mujeres podían evitar embarazos no deseados y
fue algo inmenso, benefició a los hombres más que a las mujeres porque les dio
acceso desenfrenado a las mujeres", le dice a BBC Mundo.
"Por
medio de la investigación de Shere, supimos que muchas mujeres, que habían
usado como excusa el riesgo de quedar embarazadas para evitar las relaciones
sexuales con penetración, la encontraban dolorosa, no placentera y ni siquiera
ligeramente estimulante", indica la investigadora feminista.
Cuando Hite
hizo su estudio se dio cuenta de que había hombres sexólogos que tendían a
analizar la sexualidad femenina con una visión masculina.
8 motivos
por los que algunas mujeres no alcanzan el orgasmo
"Y
pensaban que si a la mujer no le gustaba la penetración era porque tenía un
problema, el cual podía ser psicológico o físico y que quizás ameritaba el uso
de algún fármaco o de una cirugía", indica la periodista.
Hite
planteó que eso no tenía sentido y que para que las mujeres disfrutaran de la
sexualidad debían tener una excitación sexual apropiada.
"Yo
estaba diciendo que la penetración no excitaba a las mujeres y eso molestó
terriblemente a algunas personas", le dijo Hite al diario The Guardian,
cuando en 2011 evocó su reporte.
"Un
mundo de posibilidades"
Hite le
preguntó a las mujeres sobre sus experiencias con el orgasmo porque -reflexiona
Bindel- "se habían ignorado las respuestas sexuales de las mujeres" y
había sexólogos que insistían en que la manera de encontrar el placer era a
través de la penetración.
Lo que Hite
develó en su primer libro fue "lo que las mujeres ya sabían" pero de
lo que casi no se hablaba: la importancia de la estimulación del clítoris para
alcanzar el orgasmo.
"Fue
una revolucionaria porque les permitió a las mujeres hablar sobre asuntos que
habían sido extremadamente incómodos e incluso vergonzosos porque nos habían
dicho que no debíamos hablar sobre sexo, pero que teníamos que
aguantarlo", reflexiona la escritora británica.
"Abrió
todo un mundo de posibilidades para que realmente pudiéramos tener estas
conversaciones sin sentirnos raras o que avergonzábamos a las personas que nos
rodeaban".
En los años
70, hablar sobre la masturbación generaba resistencia. Pero para Hite era clave
porque su investigación resaltó el rol de la mujer para encontrar el placer
sexual por sí misma.
Por qué la
masturbación femenina sigue siendo un tabú - BBC News Mundo
"No
estaba atacando a los hombres, sino intentando educar a ambos sexos sobre los
hechos biológicos que están detrás del placer sexual", reflexionó Smith.
"Pero
si su insistencia en que se escuchara a las mujeres era innovadora, el haber
vinculado las relaciones sexuales con los derechos humanos, la idea de que lo
que pasa durante las relaciones sexuales plantea cuestiones de igualdad y
justicia, era revolucionario".
El elemento
emocional
Bindel
destaca que otro mérito de Hite es que invitó a la conversación no sólo a
mujeres con un alto nivel educativo o de la élite social, sino a las mujeres de
la clase trabajadora, a aquellas que no tenían acceso a los debates en las
universidades.
Este grupo
de manifestantes protestaban contra el concurso de Miss Mundo en Estados Unidos
en diciembre de 1970.
En
investigaciones posteriores, la autora abordó el elemento emocional en la
sexualidad femenina, un tema que las mujeres también querían discutir.
"En
ese momento, el movimiento de liberación femenina estaba creando grupos en los
que las participantes expresaban que estaban insatisfechas sexual, emocional y
románticamente y que sentían que los hombres tendían a no esforzarse por
hacerlas sentir bien consigo mismas y con su relación", señala la
escritora.
Hite llevó
a muchas mujeres a considerar que podían hacer demandas en el ámbito más íntimo
y que también podían ejercer control en sus experiencias sexuales: el trabajo
de Hite "liberó a muchas mujeres de la insatisfacción", dice Bindel.
"El
orgasmo es responsabilidad de la propia mujer": 3 iniciativas que están
empoderando la sexualidad y el placer femeninos
No es pornografía ni densos estudios académicos. Estos expertos están presentando guías amenas, con base en evidencias.
La periodista Katharine Q. Seelye, de The New York Times, coincide:
"Para
todas las mujeres que habían fingido orgasmos durante el coito, 'El Informe
Hite' ayudó a despertar su poder sexual y fue visto como un avance en la
liberación de la mujer que estaba rápidamente en marcha", escribió en el
obituario de Hite.
Las críticas
Su
investigación fue duramente criticada por algunos sectores de la sociedad
estadounidense. Se le acusaba de usar una metodología pobre y de carecer de una
muestra representativa para sacar conclusiones.
Líderes
emblemáticas del movimiento feminista como Gloria Steinem (en la foto ) y
Barbara Ehrenreich defendieron a Hite.
Pero las
críticas iban más allá de las técnicas de investigación. Se le llegó a acusar
de que querer destruir a la familia y las relaciones de pareja, un
planteamiento que alarmó a grupos religiosos.
La revista
Playboy, para la cual ella había posado en una ocasión, lo llamó "The Hate
Report" ("El Informe del Odio").
Otros le
dijeron que cambiara su nombre a "Sheer Hype" ("Puro
bombo") en un juego de palabras con su nombre para insinuar que sólo
buscaba promocionarse.
Algunos
llegaron a decir que odiaba a los hombres: "Sufrió una gran cantidad de
críticas injustas, acoso y difamación", recuerda Bindel.
Destacadas
feministas estadounidenses como Gloria Steinem y Barbara Ehrenreich salieron en
su defensa y denunciaron que los ataques contra ella eran contra el feminismo.
De hecho,
recibió amenazas de muerte y finalmente abandonó su país.
Sobre los
hombres
Pese a las
críticas, siguió adelante y, como señala Bindel, se enterró aún más en sus
investigaciones.
Así nació
el libro: "The Hite Report on Men and Male Sexuality" ("El
Informe Hite sobre hombres y sexualidad masculine"), publicado en 1981, y
en el que participaron más de 7.000 hombres.
Y es que
uno de los planteamientos de Hite -que evocó Smith- era hasta qué punto los
hombres también eran víctimas de suposiciones culturales:
"¿Se
ignoran los derechos humanos de los hombres diciéndoles que siempre tienen que
tener una erección?"
En 1987
salió: "Women and Love: A Cultural Revolution in Progress"
("Mujeres y amor: una revolución cultural en progreso").
"Un
día, aparecía en el programa de entrevistas de Oprah Winfrey, al día siguiente
ante una audiencia en la Universidad de Oxford en Inglaterra, ofreciéndole al
público una rara entrada al santuario interior de los dormitorios de otras
personas", escribió Emily Langer en otro obituario de Hite.
Su estudios
siguieron desatando críticas por razones similares: metodologías de
investigación no rigurosas. De hecho, algunos académicos y científicos sociales
los calificaron de pseudociencia.
Incluso se
cuestionó el muy limitado número de encuestados.
"En
una entrevista que le hice, me recordó que (Sigmund) Freud sólo había
entrevistado a tres mujeres como base de su obra más conocida", recuerda
Bindel.
En 1995,
Hite renunció a la nacionalidad estadounidense y se radicó en Europa.
Continuó
siendo una figura controversial, pero varios expertos coinciden en que no sólo
ayudó a muchas mujeres a pensar sobre su propia sexualidad, sino que también
hizo que muchos hombres tuvieran otra perspectiva, quizás por eso, algunos
también la recuerdan como una educadora del sexo.
Margarita
Rodríguez - BBC
News Mundo
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