Iamim Noraim: tiempos de unidad (y no de unicidad)


Rab Andy Faur


“…Una de las grandes (y menos conocidas) transformaciones que aportaron la cultura y la religión judías a la humanidad fue el cambio de paradigma en cuanto al concepto de "santidad". 

En las religiones antiguas que precedieron a la judía, se santificaban animales, estatuas, elementos de la naturaleza, sitios, etc. 

El judaísmo estableció un cambio paradigmático completamente revolucionario: comenzó a santificar algo abstracto, incorpóreo, intangible: el tiempo. A partir de su institucionalización, ya lo importante no era el objeto o lugar de adoración, sino la significación e importancia que le daba la nueva cosmovisión espiritual a "tiempos" especiales, sagrados, diferentes. Estos tiempos en el desarrollo histórico de nuestra cultura tomaron las formas de ceremonias, Shabat, Rosh Jodesh, Jaguim... 

La unión hace la fuerza dice un conocido refrán. Entiendo modestamente, que aquí reside uno de los secretos tanto de la continuidad como de la fortaleza espiritual judías. Entiendo que este es un buen momento para resaltar la variedad que caracteriza a nuestro pueblo y nuestra cultura, ya desde sus mismos comienzos. La magia de estos jaguim (festividades), reside en el hecho de saber compartir juntos estos "tiempos especiales", pero a la vez poder respetarnos los unos a los otros en la diversidad, de ser tolerantes, pluralistas, de reconocer nuestras diferencias como muestra de unidad y no de unicidad. 

En definitiva como una fortaleza y no como una amenaza a nuestra continuidad. Los Iamim Noraim son una invitación a aprovechar uno de las pocas ocasiones que estamos relativamente libres y desocupados, tanto física como mentalmente, de nuestros asuntos y consideraciones personales, rutinarias, egoístas. 

Es el tiempo de hacer lugar y darle significación a cuestiones espirituales y momento de introspección como seres humanos, como individuos y como pueblo.”

Lic. y Rab. Andy Faur 

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